El 13 de diciembre China y Estados Unidos cerraron la primera fase de un nuevo acuerdo comercial. Trump dijo que no impondrá más aranceles y que rebajará parte de los actuales, a la vez que Pekín comprará más productos a Estados Unidos y facilitará las regulaciones y el acceso a su país a empresas estadounidenses.
En 2020 se seguirá negociando la segunda fase definitiva del acuerdo pero, como apunta el periodista Xesco Reverter en Twitter: “Son buenas noticias para los inversores y el comercio global, que iban a medio gas por culpa de la guerra entre China y EE.UU.”. Trump ahora puede decir que ha cumplido otra promesa electoral y de hecho así lo escribió en la carta que envió a Nancy Pelosi la tarde antes de la primera votación del impeachment: “Usted y su grupo están desesperados por distraer del gran avance comercial entre Estados Unidos y China”.
A inicios de 2019, como cuentan en The Wall Street Journal, los acuerdos de comercio con China fracasaron. En mayo se estuvo a punto de completar un pacto con China, pero el gesto se quedó en nada y sirvió para que Trump subiera los aranceles. No obstante, en The Wall Street Journal contaron también que gran parte de la comunidad empresarial estadounidense considera que el preacuerdo actual con China deja sin resolver problemas como los subsidios y la presión china sobre las empresas estadounidenses para compartir tecnología.
A pesar de las reservas iniciales, el presidente firmó a finales de año, y antes de cerrar la primera fase del acuerdo comercial con China, una medida diseñada para mostrar solidaridad con los manifestantes a favor de la democracia en Hong Kong. Hubo quién criticó dicha acción por miedo a que eternizara aún más la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero no supuso un problema, ya que Trump no se ha manifestado públicamente en contra de China y China no quiere politizar los acuerdos comerciales, contó un portavoz del Gobierno chino a Associated Press.
Este año también significó un punto y final en las negociaciones de Estados Unidos con sus vecinos norteamericanos. El pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá quedó sellado. Aunque las negociaciones terminaron en noviembre de 2018, los Gobiernos de los tres países firmaron las últimas modificaciones a finales de año.
Robert Lighthizer, el negociador de Estados Unidos del United States-Mexico-Canada Agreement (USMCA), se mostró satisfecho tras la firma: “Hemos conseguido el mejor acuerdo comercial de la historia”. El objetivo final del USMCA es “atraer más inversión para América del Norte” y como consecuencia del crecimiento económico “que haya más paz y tranquilidad”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El acuerdo ratificado del USMCA calcula que se crearán más de 180.000 empleos en Estados Unidos y requiere que el 75% de las partes de un vehículo estén fabricadas en uno de los tres países que lo firmen (la regla anterior era del 62.5%). Requiere que los empleados ganen al menos 16 dólares la hora, lo que, según publica la CNN, puede impulsar a la fabricación en Estados Unidos, ya que los salarios son más altos que en Mexico. El acuerdo también proporciona 600 millones de dólares para abordar los problemas ambientales de la región norteamericana.
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