Durante las últimas semanas una idea intermitente se filtra entre el incesante flujo de 60.000 pensamientos diarios que experimento (y experimentamos) como humana (os).
“Ama tu caos” me repito mientras intento ordenar mis prioridades y dar respuesta a las incertezas a las que una se expone cada día.
Ama. Tu. Caos.

¿De dónde he sacado yo este imperativo? Y días después me doy cuenta de que tal frase viene del libro de Albert Espinosa El Mundo Azul: AMA TU CAOS. Sonrío y me digo a mi misma que esa frase era demasiado buena para ser mía y me acuerdo de Picasso y su afirmación “los buenos artistas copian, los grandes roban”. Así que sin llevarle la contraria a Picasso y no sin darle las gracias antes a Albert Espinosa y sus grandes obras, recupero mis elucubraciones iniciales sobre el caos.
En una sociedad resultadista se valora poco o casi nada el proceso y por ende, se rechaza el caos. ¿Pero, es rehuir de algo tan natural y humano bueno? Definitivamente no, y aunque cueste, amar nuestro caos es aceptarlo, y con la aceptación la comprensión suele venir de acompañante.
Así que…
Ama tu caos porque es tu personalidad sin juicio ni moral, tus dudas, tus problemas y tus inseguridades. Heidegger decía que “La piedra es sin mundo, el animal es pobre de mundo y el hombre es formador de mundo”. Y soy partidaria de que nuestro mundo se conforma mediante la respuesta que le damos a nuestros pequeños caos, y como lidiamos con ellos.
Si en vez de negligir nuestras emociones tratamos de entenderlas, muy probablemente comprenderemos una parte de nosotros tan potente que resulte arma de cambio interior.
Amar tu caos es también saber que si todo parece bajo control, simplemente estás yendo demasiado lento. Y que a veces, rendirse no es quedarse quieto, sino esperar un poco más.
“El mundo siempre prefiere que cambies tu caos, que lo domines, que lo corrijas, que lo ordenes o que lo disminuyas, cuando en realidad has de amarlo y, no sólo eso: después de quererlo, tienes que agrandarlo. Uno es su caos.” – Albert Espinosa.
¡Ojo! Amar tu caos y aceptarlo no significa no hacer nada para salir de él, sino usarlo como motor y motivación para crecer, mejorar y aportar.
De repente supe cuál sería mi primera regla:
<<Olvida todas las reglas que te han enseñado>>.
Y la segunda sería:
<<Inventa tu propio mundo, define tus propias palabras>>.
Me di cuenta de que nuevamente todo se resumía en una sola:
<<Ama tu caos>>. (p.175)
Así que aprende a amar tu belleza, pero sobre todo tu rareza. Exprímela, conviértela en tu trade-mark personal.
Tienes toda la vida por delante.
Y… se ha de latir fuerte para que el mundo sepa que existes.
Love, Janira x
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